También, consideró correcto bautizar a hijos de parejas del mismo sexto, independientemente de que sean adoptados o nacidos por gestación subrogada.
La Santa Sede hizo estas matizaciones como respuesta a las preguntas de José Negri, obispo de Santo Amaro, en Brasil.
El documento fue aprobado por el Papa Francisco, quien ya ha insistido en varias ocasiones en que la Iglesia debe abrirse, incluso a creyentes del colectivo LGBTQ.
No obstante, el Sumo Pontífice dejó claro que considera la homosexualidad "un pecado, como cualquier acto sexual fuera del matrimonio".
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