En la República Dominicana, el ecoturismo ha surgido como una alternativa estratégica para diversificar la oferta turística, promover la conservación ambiental y generar desarrollo económico en comunidades rurales. En este contexto, las alianzas público-privadas (APP) se presentan como una herramienta clave para impulsar proyectos sostenibles que integran infraestructura, participación comunitaria y protección de recursos naturales.
El marco legal que regula las APP en el país está definido por la Ley No. 47-20, la cual establece los lineamientos para la colaboración entre el Estado y el sector privado en proyectos de interés social, incluyendo el turismo sostenible. Esta ley permite contratos de largo plazo, distribución de riesgos y la creación de fideicomisos como mecanismo de gestión financiera, lo que garantiza transparencia, sostenibilidad y eficiencia en la ejecución de proyectos.
Complementando este marco, la Estrategia Nacional de Ecoturismo 2030 (ENEC-2030) promueve un enfoque territorial, inclusivo y resiliente para el desarrollo del ecoturismo. Esta estrategia articula políticas públicas, formación técnica, financiamiento verde y participación comunitaria, con el objetivo de posicionar al país como un destino competitivo en turismo responsable. El Comité Interinstitucional de Ecoturismo, integrado por los ministerios de Medio Ambiente, Turismo y Cultura, coordina la implementación de esta estrategia, fomentando la cooperación entre instituciones y actores locales.
Fideicomisos y las APP en el desarrollo ecoturístico
Los fideicomisos constituyen una herramienta clave en la estructuración de proyectos de Alianzas Público-Privadas (APP), especialmente en el ámbito del ecoturismo. Permiten canalizar recursos públicos y privados de forma transparente, eficiente y con garantías jurídicas.
En República Dominicana, la Ley No. 47-20 establece que los proyectos APP pueden ser gestionados mediante fideicomisos, lo que facilita la ejecución de obras y servicios turísticos sostenibles. Estos instrumentos permiten distribuir riesgos entre las partes, asegurar la continuidad operativa y atraer inversión nacional e internacional.
En el caso de Sánchez Ramírez, a propósito de los preparativos para su feria ecoturística que procura el desarrollo de proyectos sostenibles, los fideicomisos podrían ser utilizados para financiar centros ecoturísticos, rutas culturales y agroecológicas, garantizando la participación comunitaria y la sostenibilidad financiera a largo plazo.
Participación comunitaria y sostenibilidad ambiental
La participación de las comunidades locales es fundamental para el éxito de cualquier iniciativa ecoturística. Los proyectos APP deben incorporar mecanismos de consulta, formación y cogestión que empoderen a los habitantes de las zonas rurales y urbanas.
En Sánchez Ramírez, esto implica integrar a cooperativas agrícolas, asociaciones culturales, jóvenes emprendedores y mujeres rurales en todas las etapas del proyecto. La sostenibilidad ambiental también debe ser un eje transversal, promoviendo prácticas como el uso de energías renovables, el manejo adecuado de residuos, la conservación de ecosistemas y la educación ambiental.
La articulación entre comunidades, sector privado y gobierno garantiza un modelo de ecoturismo inclusivo, resiliente y respetuoso del entorno natural y cultural.

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