El gobernador de Texas, Greg Abbott, por su parte, visitó Perryton, donde las autoridades informaron que un tornado mató a tres personas el jueves y dejó a más de 1.000 clientes sin electricidad. La Cámara de Comercio de Perryton Ochiltree dijo que abriría un centro de enfriamiento en la localidad de 8.000 habitantes, a unos 185 kilómetros (115 millas) al noreste de Amarillo, para contrarrestar los efectos de las altas temperaturas que siguieron a la tormenta.
Abbott dijo que estaba conmocionado al ver lo mucho que la ciudad había sido destruida y elogió lo que llamó "esfuerzos heroicos sin parar de los proveedores de atención médica" que, según dijo, trataron a 160 heridos en el hospital local que tiene sólo 25 camas.
W. Nim Kidd, jefe de la División de Gestión de Emergencias de Texas, advirtió de que se preveía más mal tiempo en la zona para el sábado, con lluvias, fuertes vientos y posiblemente más tornados.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias de calor excesivo hasta la noche del sábado a lo largo de la costa desde Brownsville hasta Houston, en Texas. La sensación térmica oscilaba entre 46 grados Celsius (115 °Fahrenheit) en Houston y los 49 °C (120 °F) en Brownsville y Corpus Christi, Texas. En las ciudades de la costa y del interior se instalaron albergues con enfriamiento para los residentes que se quedaron sin electricidad.
"Lo que realmente está pasando es la humedad", dijo Allison Prater, del Servicio Meteorológico Nacional en Fort Worth, Texas. "Eso está haciendo que la sensación térmica realmente se dispare".
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