La demanda fue presentada este miércoles y publicada en la página oficial del bufete de abogados Clarkson, que afirmó que quieren representar a "gente real cuya información ha sido robada y desviada comercialmente de forma inapropiada para crear esta tecnología muy poderosa".
En su escrito, se acusa a OpenAI de "robar información privada" a cientos de millones de internautas, entre ellos menores de todas las edades, con la finalidad de mejorar y desarrollar tecnología con fines de lucro.
El caso se centra principalmente en el auge de las herramientas de inteligencia artificial (IA) "generativa", como los "chatbots" (ChatGPT) y los generadores de imágenes que crean contenido original a partir de datos existentes extraídos de internet.
Esos instrumentos se nutren de información originada por humanos, como conversaciones privadas y datos médicos, obtenidos en muchos casos sin el consentimiento de uso por parte de sus creadores.
La demanda señala la necesidad de una "intervención legal inmediata" que proteja los intereses y valores humanos ante la amenaza que presenta la IA de "explotar a los seres humanos sin tener en cuenta su bienestar o consentimiento".
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