Al comentarles esto a algunas amigas, la idea de volver a estudiar inglés, me hablaron de la beca del Mescyt. Ellas, por los años 2018 y 2019, habían realizado el curso y me comentaron que con el programa inmersivo, es decir, “tomando clases de inglés todos los días”, podía perfeccionar mi fluidez y ampliar un poco más mi vocabulario.
También, porque era una opción que no causaría interferencia con mi trabajo, que es a tiempo completo.
Algunas de ellas son bilingües hoy, gracias a lo aprendido en el programa en años pasados.
En octubre del año 2022 apliqué al programa y fui beneficiada con uno de los puestos para estudiar en 2023, en la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), tanda nocturna.
Recibí el correo de que fui beneficiada y todo muy bien hasta ahí. Más adelante, recibí otro correo que decía que el curso iniciaba el martes 24 de enero, todos los días, de 5:00 de la tarde a 9:00 de la noche, para un total de cuatro horas diarias totalmente con el idioma.
Ese día hicieron un acto de bienvenida y fuimos convocados al día siguiente, el 25 de enero, para darnos una evaluación diagnóstica y colocarnos con el grupo más conveniente de acuerdo a nuestros conocimientos previos.
A partir de ese día, luego de la prueba, iniciaron los problemas que no se han solucionado hasta el día de hoy.
Pasó una semana y decían que “los resultados del examen no habían salido”, mientras que otros centros en la tanda matutina y vespertina ya habían arrancado con las clases, mientras tanto, estábamos en un “vaivén”.
“Como habrán visto, algunos procesos este año están más adelantados que otros, por lo cual hemos tenido este inicio de año de manera progresiva y escalonada”, este era el mensaje que recibíamos para el inicio de las clases, sin saber que era otra la situación.
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