Esta cifra supone nueve fallecimientos adicionales con respecto a los datos facilitados el domingo por el Ministerio, que ha instado a la población a evitar excesos con el alcohol y en especial con las bebidas artesanales durante la cuarentena.
En total, en la última semana se han registrado 36 casos de intoxicación y 24 fallecimientos, todos ellos en el Gran Santo Domingo, según precisó el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, en su rueda de prensa diaria con motivo de la pandemia de coronavirus.
Las botellas de clerén y triculí adulteradas eran vendidas “en colmados y supermercados” de la capital y su región metropolitana, según indicó el ministro.
Tanto las autoridades sanitarias como la Fiscalía han abierto investigaciones para determinar la naturaleza del producto y para identificar a los fabricantes.
El clerén y el triculí son destilados de caña muy baratos, consumidos por lo general por la población más pobre tanto en la República Dominicana como en el vecino Haití.
Estas bebidas son realizadas de forma artesanal y clandestina, sin permiso de las autoridades sanitarias, que no las consideran aptas para el consumo humano.
Estas bebidas se pueden contaminar con metanol, un alcohol muy tóxico, cuando el fabricante destila maderas como materia prima o como aromatizante o al añadirle solventes para abaratar el producto.
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